Estamos frente a un año de lanzamientos históricos y de lo mas variados. Afortunadamente para Cleanbreak, esta jugada magistral les valdrá un lugar en el podio de los mejores álbumes del año. La combinación de elementos del heavy metal moderno y adornos vocales remanentes de la vieja escuela colocan a este dúo en un lugar de privilegio ante las grandes bandas de esta industria. “Warrior’s Anthem” y “Never Gone” abren este disco de manera sublime presentando poco a poco el ADN que se encuentra implícito en el alma de esta creación. “Unbreakable” abre el panorama para adentrarnos en este ciclo lleno de fuego y acero con un estribillo estridente y una progresión de notas que hacen de este momento uno de los mas llamativos del disco. La realidad golpea a nuestra puerta de la mano de “Can’t Lose Hope”, una pieza que evoca lo mejor del heavy metal en un track que condensa de manera espectacular los ingredientes perfectos para pilotar este viaje. Lo unico que podiamos esperar como siguiente plato era un paisaje sonoro repleto de cuerdas y un estribillo altamente pegadizo, no hay duda alguna de que esta pieza mid-tempo es otro intento de sumergirnos en su mundo ideal. “Deal With Yourself” suena como un sentido homenaje a bandas como Van Halen, un track bien condimentado y libre de polución. “Love Again” es una apuesta melódica en forma de balada que seduce al oyente hasta el final, su estribillo y la distancia entre sus notas son un adorno increíblemente hermoso y bien jugado. La oscuridad que encierra la atmosfera casi circense de “Bide Our Time”, la profundidad asociada a los acordes de “Start To Breathe”, junto con la violencia y el trasfondo sonoro de “We Are The Fire” y su pieza final “Resilience In Our Souls” encontramos el aparejo perfecto que ancla este barco en puerto seguro. La apropiación por parte de este dúo titánico ha demostrado que tiene todo para reafirmar su marca personal en esta industria.